Cómo cocer nécoras y cómo comerlas (muy sencillo)
Uno de los mariscos gallegos más exquisitos que puedes probar son las nécoras. Su estado óptimo de consumo se da, sobre todo, en el mes de noviembre. Pero, antes de comerlas, es necesario que sepas cómo cocer nécoras y cómo prepararlas. La mejor manera de que puedas aprovechar todo su sabor y todas sus cualidades.
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¿Qué son las nécoras gallegas?
Las nécoras gallegas son un crustáceo de caparazón color pardo oscuro y cubierto de vellosidades. Precisamente, estas vellosidades del caparazón distinguen a la nécora gallega de otras, ya que estas últimas presentan un caparazón mucho más liso. Su principal característica física son sus pinzas, más grandes en los machos, y unas líneas oscuras en las patas.
Cómo cocer nécoras
A pesar de que las nécoras gallegas las puedes preparar de diferentes formas, la mejor manera de comer este preciado marisco gallego es cocido. Para cocerlas, apenas necesitarás de unos pocos ingredientes y una serie de sencillos pasos. Te contamos a continuación cómo puedes cocer de la forma más sencilla las nécoras de nuestra pescadería online.
Ingredientes
Los ingredientes para cocer nécoras gallegas son los siguientes:
- Nécoras.
- Agua.
- Un puñado de sal gruesa.
Se recomienda, sobre todo, cocer las nécoras con agua de mar. Pero, si no es posible, debes salar por ti mismo el agua con sal gruesa.
Pasos para cocer nécoras
En tres sencillos pasos podrás cocer fácilmente tus nécoras para prepararlas como desees. He aquí los tres pasos que debes llevar a cabo.
Llenar una cacerola con agua
El primer paso es llenar una cacerola amplia con agua fría. Utiliza suficiente agua para que las nécoras queden completamente cubiertas por el líquido. Es muy importante que el agua esté fría y no caliente. Si el agua no está fría, es muy probable que se desprendan las patas de las nécoras.
Una vez tengas el agua lista, vas introduciendo las nécoras vivas con cuidado sin que te atrapen en sus pinzas (es mejor cogerlas por la parte de atrás) y siempre con el agua fría. Si las nécoras están ya muertas, las puedes introducir en el agua en el momento que esté hirviendo.
Añadir sal gruesa y cocer
Cuando hayas metido todas las nécoras en la cacerola, vierte un puñado de sal gruesa en el agua (unos 70 gramos por cada litro de agua). . También puedes agregar una hoja de laurel para darle algo más de sabor. Finalmente, enciende el fuego y espera a que el agua hierva. Cuando entre en ebullición, debes contar los minutos de cocción. Lo normal es cocer las nécoras durante 7-9 minutos, en función del tamaño de las mismas.
Recuerda siempre que el tiempo de cocción de las nécoras gallegas se inicia a partir de que el agua hierva.
Sacar las nécoras del agua
Pasado este tiempo, es hora de sacar las nécoras del agua y dejarlas enfriar en un cacharro con agua y un poco de hielo para cortar la cocción. Precisamente, recomendamos comer las nécoras frías para así aprovechar mejor todo su sabor.
Cómo comer nécoras
La mejor época del año para comer nécoras es el mes de noviembre. Disfrutarás mucho más de su carne blanca y fina y su extraordinario sabor a mar.
Una vez que has retirado las nécoras de la cacerola de agua y las has dejado enfriar, es el momento de limpiarlas bien. Para ello, debes separar y retirar el triángulo que poseen en la parte inferior. Cuando lo quites, verás un pequeño hueco a través del cual puedes separar el caparazón superior.
Es el momento de limpiar el caparazón, retirar todas las telillas que pueda tener y dejarlo secar. Seguidamente, se parte el cuerpo de la nécora y las patas por la mitad. Finalmente, se cascan las patas y se sirve el caparazón con los corales y el jugo. Una vez que hayas terminado de cocer las nécoras, también las puedes congelar.
La carne del interior del caparazón se puede comer tal cual aparece con su jugo. No obstante, hay quien prefiere otro sabor y aliña esta carne con un poco de vinagreta. Sea cual sea la opción que elijas, las nécoras gallegas de nuestra pescadería online están exquisitas para que las puedas disfrutar de la manera que prefieras.
